Aguas Nuevas, a través de su planta desaladora en Caldera, se posiciona como líder en la búsqueda de soluciones para asegurar el suministro de agua potable en Chile. Con reconocimientos nacionales e internacionales, la empresa demuestra su compromiso con la eficiencia, sostenibilidad y colaboración público-privada en el crucial desafío de la seguridad hídrica del país.
En un país marcado por la escasez hídrica y la necesidad urgente de asegurar el abastecimiento de agua potable, la desalinización se erige como una alternativa prometedora. En el epicentro de este avance se encuentra Aguas Nuevas, cuya planta desaladora en Caldera se destaca como la más eficiente del país. Con capacidad para abastecer a más de 210 mil habitantes durante las próximas cuatro décadas, esta instalación ha recibido reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional por su innovación y sostenibilidad.
Este liderazgo en desalinización será puesto de relieve durante el congreso internacional ACADES «Nuevas Fuentes de Agua para Chile», donde Aguas Nuevas compartirá su experiencia y expertise en el tema. La participación de la empresa no solo resalta su compromiso con el desarrollo sostenible, sino también su papel clave en la seguridad hídrica del país.
La integración público-privada se presenta como un componente fundamental en este panorama. Ejemplo de ello es el panel en el que participarán el gerente general de Aguas Nuevas y la ministra de Obras Públicas, destacando la importancia de la colaboración entre ambos sectores para abordar los desafíos hídricos de Chile.
Con una trayectoria de 20 años operando servicios sanitarios en diversas regiones del país, Aguas Nuevas demuestra su compromiso con el desarrollo y la integración con las comunidades. Proyectos futuros, como la planta desaladora de Arica, respaldada por el Gobierno Regional, evidencian el continuo esfuerzo por ampliar la capacidad de suministro de agua potable en Chile y consolidar la desalinización como una fuente segura y confiable de abastecimiento.